La transmisión por radio del código Morse era ciertamente útil, incluso salvaba vidas, pero otros comenzaron a preguntarse si podría ser utilizada para transmitir otros sonidos, tales como la voz. Para esto último hubo que esperar la introducción de la válvula de radio y el desarrollo de los osciladores, fruto de los trabajos de Ambrose Fleming y Lee de Forest. Finalmente, en la víspera de Navidad de 1906, Reginald Fessenden transmitió el primer programa con música y locución.